</p> ?Mi corazón está destrozado, hecho trizas! ?Rechazada en mi amor, ?podré vivir así mucho tiempo!?
- |' a, M$ G. b. T8 b3 _ ?Oh tú, amigo mío, que huyes como la gacela , sin que yo sepa la causa ni haya cometido delito!' ?Ignoras que la gacela se vuelve algunas veces para mirar?1 x' ~4 r2 |, I# M; n; W
?Ausencia! ?Separación! ?Todo se ha juntado contra mí! ?Podrá soportar mucho tiempo mi corazón la pemdúm-bre de tanto infortunio?, \1 C, @* B1 Y# f: C. B5 s
Al oír estos versos, se despertó Ghanem y lloró muy conmovido, y ella también lloró al verle llorar, pero no tardaron en ponerse a beber de nuevo, y estuvieron recitando poesías hasta la noche:% N! C8 F7 t) L5 T0 K1 l
Y Ghaneni fue a sacar los colcho-nes de las alacenas de la pared, y se dispuso, a hacer la cama. Pero en vez de hacer una, como las demás noches, cuidó de hacer dos distante una de otra: Y Kuat Al-Kulub, muy contrariada, le dijo: “?Para quién es ese segundo lecho?” Y él con-testó: “Uno es para mí, y otro para ti, y desde esta noche hemos de dormir de esta manera, pues lo que es del amo no puede pertenecer al esclavo, ?oh Kuat Al-Kulub!” Pero ella replicó: “Amor mío, desprecia esa moral atrasada. Disfrutemos del placer que pasa junto a nosotros y que ma?ana estará ya lejos. Todo lo que ha de suceder sucederá, pues cuanto escribió el Destino tiene que cumplirse.” Pero Ghanem no quiso someterse, y Kuat Al-Kulub sintió que aumentaba su pasión, más ar-diente, Pero Ghanem insistía: “Lo que es del amo no puede pertenecer al esclavo:”) h- s" o6 O: Z4 ^
Entonces lloró la joven, cogió el laúd y se puso a cantar:
% J$ {. t! i4 t9 A ?Soy hermosa y esbelta! ?Por qué huyes de mí? ?Nada falta a mi hermo-sura, pues estoy llena de maravillas! ?Por qué me abandonas?
/ I, x/ Y( g: ^. O5 i$ ]5 B4 { ?He incendiado todos los corazones, y he quitado el sue?o a todos los pár-pados!$ U `; t6 _, G5 z2 H0 H
?Soy una rama, y las ramas han nacido para que las cojan, las ramas flexibles y florídas! ?Yo soy la rama florida y flexible!; o L% v3 I* d. K0 g3 x
?Soy la gacela, y las gacelas nacieron para la caza, las gacelas finas y amo-rosas! ?Soy la gacela fina y amorosa, oh cazador! ?Nací para tus redes! ?Por qué no me coges en ellas?; N' _9 y' n% r9 P+ ]1 G
?Soy la flor, y las flores nacieron para ser aspiradas, las flores delicadas y olorosas! ?Soy la flor delicada, y olóorosa! ?Por qué no quieres aspirarme?, q& ~9 a4 h( _4 N3 A- v
Pero Ghanem, aunque más enamorado que nunca, no quiso faltar al respeto debido al califa, y a pesar de los grandes deseos de la joven, todo siguió lo mismo durante un mes. Esto en cuanto a Ghaneni y a Kuat Al-Kulub, favorita del Emir de los Creyentes.
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7 T' I$ [# E9 C3 |9 ^, u" S+ q- |3 B Pero en cuanto a Zobeida, he aquí que cuando el califa se ausentó hizo con su rival lo que ya se ha referido, pero después reflexionó y se dijo: “?Qué contestaré al califa cuando al regresar me pida noticias de Kuat Al-Kulub?” Entonces se decidió a llamar a una vieja cuyos buenos consejos le inspiraban gran confianza desde muy ni?a. Y le reve-ló su secreto, y le dijo: “?Qué ha-remos ahora después de haberle pasado a Kuat Al-Kulub lo que le habrá pasado?” La vieja contestó: “Me hago cargo de todo, ?oh mi se?ora! pero el tiempo apremia, por-que el califa va a volver en seguida. Hay muchos medios de ocultárselo todo, pero te voy a indicar el más rápido y seguro. Encarga que te hagan un maniquí de madera que simule el cadáver. Lo depositaremos en la tumba con gran ceremonial; se le encenderán candelabros y cirios a su alrededor, y mandarás a todos los de palacio, a todas tus esclavas y a las esclavas de Kuat Al-Kulub, que se vistan de luto y que pongan colgaduras negras. Y cuando venga el califa y pregunte la causa de todo esto, se le dice: “?Oh mi se?or, tu favorita Kuat Al-Kulub ha muerto en la misericordia de Alah! ?Ojalá vivas los largos días que ella no ha, vivido! Nuestra ama Zobeida le ha tributado todos los honores fúnebres, y la ha mandado enterrar en el mis-mo palacio, debajo de una cúpula construida expresamente.” Entonces el califa, conmovido por tus bonda-des, te las agradecerá mucho. Y llamará a los lectores del Corán para que velen junto a la tumba recitan-do los versículos de los funerales. Y si el califa, que sabe tu poco afecto hacia Kuat Al-Kulub, sospe-chase y dijera para sí: “?Quién sabe si Zobeida, la hija de mi tío, habrá hecho algo contra Kuat Al-Kulub, y llevado de éstas sospechas man-dase abrir la tumba para averiguar de qué murió la favorita, tampoco debes preocuparte. Porque cuando hayan abierto la fosa, y saquen el maniquí hecho a semejanza de un hijo de Adán, y cubierto con un sun-tuoso sudario, si quisiera el califa levantar el sudario, no dejarás de impedírselo, y todo el mundo se lo impedirá, diciendo: “?Oh Emir de los Creyentes! no es lícito ver a una mujer muerta con todo el cuerpo desnudo.” Y el califa acabará por convencerse de la muerte de su favorita, y la mandará enterrar de nue-vo, y agradecerá tu acción. Y así, ?como Alah lo quiera! te verás libre de este cuidado.” |